Itinerario perfecto en Toscana: Desde San Gimignano a Módena

¿Qué hicimos?

DÍA 1 / Llegada a Bolonia, recogida del coche de alquiler y comienzo de la ruta hasta San Gimignano

Con 15 minutos de antelación aterrizábamos en el Aeropuerto Internacional de Bolonia Guglielmo Marconi, de todos es conocido que Ryanair tiene «sus cosas», (que no son pocas), pero debemos reconocer que puntuales suelen serlo. Desde la terminal nos recorrimos prácticamente todo el parking del aeropuerto hasta encontrar el punto en el que nos esperaba nuestro «transfer» para llevarnos hasta el lugar en el que debíamos recoger el coche de alquiler que días antes habíamos reservado a través del buscador Discovercars, un Fiat Panda Cross que nos costó 48.-€ los cinco días, (más 50.-€ de seguro a todo riesgo sin franquicia), la verdad, un auténtico chollo.
Una vez recogido el coche y con los cuatro ya sentado y con el cinturón de seguridad abrochado era hora de poner rumbo hacia el sur, teníamos previsto llegar sobre las 17h a San Gimignano. Si bien las carreteras y su asfalto no están en las mejores condiciones sí que merece mucho la pena realizar los trayectos tratando de evitar autovías y autopistas y usar carreteras secundarias ya que los paisajes son realmente bonitos. Carreteras rodeadas de olivos, de cipreses, de viñedos, pueblos encantadores o campos de lavanda que son una auténtica delicia para los sentidos.
Nuestra primera parada fue en un pequeño pueblo cerca de Módena, un pueblecito tranquilo, amurallado como otros muchos pueblos de la zona y en el que pudimos tomar tranquilamente un refresco mientras buscábamos y decidíamos dónde comer ese día camino de nuestro destino. Al final, y ante la falta de acuerdo, acabamos comiendo en la propia Bolonia. Terminada la comida nos metimos en el coche y después de casi tres horas llegamos a nuestro apartamento en San Gimignano, un bonito apartamento de dos habitaciones, muy cerca del centro histórico de la ciudad, (cinco minutos andando como mucho), y con todo lo necesario para pasar una agradable estancia de unos días, (aquí tenéis el enlace del alojamiento: Appartamenti Tinacci).
Una vez hecho el check-in y que Giacomo, nuestro anfitrión, nos explicara con todo lujo de detalles desde dónde aparcar hasta dónde poder comer o cenar, (sin gluten), o dónde estaba el supermercado más cercano al apartamento, salimos a conocer la ciudad.
San Gimignano es un pequeño y precioso pueblo amurallado de origen medieval. Sus murallas datan del siglo XII y en el centro del casco antiguo destaca la Piazza de la Cisterna y la Piazza del Duomo, pero si hay algo que sin duda destaca sobre el resto son las cerca de 15 torres que a día de hoy todavía se conservan en pie, (llegó a tener entre 72 y 74 torres, algunas de ellas de más de 50 metros de altura), estas torres eran un símbolo de poder. Las familias más importantes competían entre ellas para construir la torre más alta. Quién más poder y riqueza tenía continuaba aumentando plantas y así todos podían ver en manos de quién estaba el poder.
Recorrimos el pueblo de arriba a abajo, entramos en las iglesias, tomamos algo en la plaza y cuando ya anochecía nos encaminamos hacia nuestro apartamento para poder cenar y descansar después de un largo e intenso día.

DÍA 2 / Visita a Volterra y Siena

Prontito todos en pie. Ese día teníamos previstas dos o tres visitas y la primera de ellas era a Volterra, a medio camino entre San Gimignano y Siena, en pleno corazón de la Toscana. Volterra es otra ciudad amurallada y aquí se mezclan los periodos etruscos, romanos, medievales y renacentistas. Tiene lugares muy interesantes para ver como el Teatro Romano descubierto en los años 50, el Palazzo dei Priori, la Catedral de Santa Maria Assunta y el Baptisterio de San Giovanni y la Fortaleza Medicea construida por la familia Medici. Desde luego es una visita imprescindible cuando se visita la Toscana.
Una vez recorrido el pueblo volvimos a subirnos al coche y pusimos rumbo a Siena.
Siena se encuentra en el centro de Italia y en ella destacan la Piazza del Campo que tiene forma de abanico, allí está el Palazzo Pubblico o Ayuntamiento con su famosa Torre del Mangia, una delgada torre del siglo XIV con su característica corona blanca. Las 17 «contradas», (distritos), se extienden desde la plaza hacia afuera.
Ademas, destacan también la Catedral de Siena, la Piazza Salimbeni donde está el Palazzo Salimbeni y el cuartel general medieval de Monte dei Paschi di Siena, uno de los bancos más antiguos de existencia continuada. Pero si por algo es conocida Siena es porque en julio y agosto se celebra el famoso Palio di Siena, una tradicional carrera de caballos que enfrenta a las contradas o distritos de la ciudad. El 2 de julio se celebra el Palio di Provenzano y el 16 de agosto el Palio dell’Assunta y la carrera tiene lugar en la Piazza del Campo.
Recorrida la ciudad y con el estómago lleno después de haber degustado una fantástica pasta con salvia en el Ristorante San Domenico, una muy buena pizzería, (con carta adaptada para personas celíacas e intolerantes al gluten, y con unas maravillosas vistas al casco histórico de la ciudad), decidimos encaminarnos hacia el pequeño pueblo de Colle di Val d’Elsa, un pueblo muy tranquilo pero conocido por su producción de cristal, casi al mismo nivel que la isla de Murano por importancia y valor histórico, pero por desgracia para nosotros solo pudimos visitar una pequeña tienda artesanal de cristal, (que todavía no había cerrado), ya que la fábrica solo mostraba la producción artesana de cristal por las mañanas.
Un poco decepcionados volvimos a subirnos al coche y pusimos rumbo de nuevo a San Gimignano para pasar nuestra última noche allí. Nos hubiese gustado ir hasta Arezzo, donde se grabó la película de Roberto Benigni, La Vida es Bella, pero nos faltaban horas y nos fue del todo imposible.

DÍA 3 / Visita a Lucca y llegada a Módena

Antes de las 10 de la mañana dejamos nuestro alojamiento y nos dirigimos hacia Módena, aunque de camino teníamos previsto parar en Lucca. Esta ciudad, que durante cinco siglos fue una república independiente, tiene unas murallas perfectamente conservadas y aquí es donde nació el famoso compositor de ópera Giacomo Puccini. También destaca en Lucca la Catedral de San Martín con su fachada asimétrica, el Palacio-Museo de la Seda, la preciosa Plaza del Anfiteatro y la Torre Guinigi.
De todos los sitios que hasta el momento habíamos visitado Lucca era sin duda el que más turismo tenía en sus calles lo que hacía un tanto inaccesibles algunos sitios a los que nos hubiese gustado entrar. Eso si, fuimos capaces de encontrar una pizzería típica en la que poder comer sin agobios, Itaco Pizza, no tenían la carta adaptada para personas celíacas pero si nos dejaron entrar con comida sin gluten comprada en otro establecimiento y comerla allí junto con la pasta que algunos de nosotros nos pedimos. Todo un detalle por su parte que agradecimos mucho.
Después de comer nos pusimos en marcha para llegar a la hora prevista a nuestro siguiente alojamiento, esta vez en Módena. Un apartamento sencillo con una habitación y un sofá cama y en el que, al contrario que en San Gimignano, no conocimos a nuestro anfitrión, (aquí era todo vía WhatsApp y correo electrónico), pero que cumplía con lo que habíamos contratado, con parking y a 10 minutos caminando del centro histórico de la ciudad. Aquí os dejamos el enlace del alojamiento: Nella Corte Del Mulino.
Descargadas las mochilas, primero fuimos al supermercado y después a visitar un poco, antes de cenar, el centro de Módena. Era ya un poco tarde y no pudimos recorrerlo en su totalidad pero si hacernos una idea y también saborear un delicioso Aperol en una de las plazas que hay en el centro cerquita de la catedral. Nos fuimos a cenar al apartamento y ya tendríamos tiempo al día siguiente de visitar tranquilamente la ciudad.

DÍA 4 / Maranello, Museo Ferrari y visita a Módena

A las 11’30h teníamos programada la visita al Museo Ferrari en Maranello a unos 23 kilómetros de Módena. Habíamos reservado con antelación la entrada sin colas, ya que pueden ser colas muy largas, así como la prueba en el simulador, (este es el ENLACE de la entrada sin colas al museo y al simulador). En nuestro caso el simulador se encontraba a unos 200 metros de la entrada del museo en un local denominado Pit Lane, (donde además hablaban en castellano). Aparte de conducir el simulador también se puede alquilar un Ferrari para conducirlo por la ciudad, jugar al Escalextric en una pista que reproduce el circuito de Fiorano y comprar material original de la marca.
La visita al museo y la prueba en el simulador duró algo más de dos horas y si, se echa a faltar mucho material en este museo. Después nos enteramos que todo lo relacionado con la casa Ferrari está divido en varios museos entre Maranello, sede actual de la marca, y Módena ciudad en la que nació el fundador de la marca automovilística. Pero, a pesar de todo esto, merece mucho la pena realizar una visita al corazón de Ferrari.
De vuelta en Módena fuimos a comer al restaurante I Dissonanti, un restaurante con comida típica toscana y sin gluten. Hablando de Módena decir que se trata de una ciudad que nos sorprendió gratamente, a pesar de ser una ciudad con más de 180.000.- habitantes, lo que es el centro histórico es realmente bonito y resulta muy agradable pasear por sus calles y plazas y sentarse en cualquiera de sus múltiples terrazas a disfrutar de un expresso o de una copa de vino de la zona, (aparte de ser la ciudad natal de Luciano Pavarotti, cuya casa-museo se puede visitar). También está aquí en Módena el Museo Maserati. Tanto la Piazza Grande, la del Duomo de Módena, como también la Torre Ghirlandina y el Palazzo Comunale, (el Ayuntamiento), son dignos de admirar, sobre todo cuando uno se da cuenta que tanto el Duomo como la Torre Ghirlandina están inclinados, (bastante inclinados diríamos), y se sostienen gracias a estar apoyados en los edificios colindantes. Cuando uno sube a lo alto de la Torre Ghirlandina y lee lo que en el interior de la torre se explica entiende el porque de dicha inclinación.
Ya solo quedaba disfrutar del tiempo que nos quedaba en Módena, de su centro histórico y esperar a que llegase el domingo para devolver el coche, (no sin que antes nos parase la policía en un control a la salida de la autopista), y tomar el avión de regreso a casa.

Recomendaciones :

  • San Gimignano.
  • Volterra.
  • Siena.
  • Arezzo.
  • Colle di Val d’Elsa.
  • Lucca.
  • Módena.
  • Museo Ferrari, (Maranello).
  • Museo Enzo Ferrari, (Maranello).
  • Museo Ferrari, (Módena).
  • Casa-museo Pavarotti.
  • Museo Maserati.

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