Budapest

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¿Qué hicimos?

DÍA 1

Primer viaje de 2024. Viernes 26 de enero, puntual a las 9’40h de la mañana despegaba el avión que nos iba a llevar a Budapest. Aproximadamente a las 12’30h aterrizábamos en Hungría. Durante el vuelo pudimos contemplar Ibiza, Mallorca, Sicilia, Génova y Venecia ya que el día estaba muy despejado y el capitán nos iba informando de los lugares por los que estábamos pasando en cada momento. Ni que decir tiene que salimos de casa abrigados hasta las orejas, (camiseta y mallas térmicas, forro polar, guantes, gorro, bufanda, abrigo, botas, etc.), porque ya nos habían advertido que hacía un poco de frío. Desde luego nos hizo buen tiempo, porque no llovió ni nevó ningún día, pero eso si, con temperaturas máximas de 3 o 4 grados en las horas centrales del día. Y cuando anochecía, a eso de las 16’45h la bajada de temperatura era considerable.

Nada mas bajar del avión lo primero que hicimos fue dirigirnos a uno de los puestos en los que se pueden comprar tanto los abonos de transporte, (que te permiten usar cualquier transporte público, (autobús, trolebús, metro, tranvía, etc.), como los tickets de autobús para el traslado desde el aeropuerto a Budapest y viceversa, (este autobús no entra dentro del bono transporte y se debe adquirir aparte). Desde luego esta opción es la mejor para moverse por la ciudad, y su transporte público es muy bueno, económico y puntual.

Una vez fuera ya del aeropuerto tomamos el autobús de la línea 100E que nos dejó en Deak Ferek, (bueno nos dejó un poco mas adelante porque nos saltamos la parada y bajamos en la siguiente, por lo que tuvimos de andar hasta la parada anterior). En Deak Ferek nos metimos en el metro y cogimos la línea 3 que nos llevó hasta la parada de Nyugati Pályaudvar, (como se puede observar son nombres muy fáciles para poder memorizar y pronunciar), que nos dejó a escasos 100 metros del Hotel T62 en el que íbamos a pasar los próximos días. Hecho el check-in y habiendo cargado un poco la batería de los móviles, (y muy bien abrigados), nos fuimos andando, (unos 15 minutos más o menos de trayecto), hasta la plaza que da acceso al Parlamento de Budapest, (antes de empezar el recorrido nos comimos un bocadillo en uno de los muchos bares que se pueden encontrar por la zona). Allí teníamos cita a las 15’30h para dar inicio a un free-tour que nos iba a llevar por los lugares más significativos de la ciudad, concretamente de la zona de Pest, fachada del parlamento, (sin visita al interior, eso lo teníamos reservado para otro día), plaza de la Libertad donde nos hablaron de la Hungría comunista, monumento a las víctimas de la II Guerra Mundial, la Basílica de San Esteban, (la iglesia más grande de Budapest), plaza de Erzsébet, construida en honor a Isabel de Baviera, (más conocida como la Emperatriz Sissi). Después visitamos la plaza Ferenc Deák donde se encuentra la iglesia luterana de Budapest, y por último y después de casi dos horas y media finalizamos el tour a las puertas de la Gran Sinagoga. Merece mucho la pena contratar este tipo de tours por la ciudad, tanto para la zona de Pest como para la zona de Buda.

Después de este recorrido nos fuimos hasta el hotel nuevamente a recargar fuerzas y de nuevo a la calle, esta vez para llegar hasta el embarcadero número 7 para coger el barco con vistas panorámicas que nos iba a hacer un precioso recorrido por el Danubio, viendo todos los puentes que lo cruzan y todos los monumentos de la ciudad iluminados, (Puente de las Cadenas, Parlamento, Castillo de Buda, Iglesia de San Matías, etc.). El trayecto dura entre 45 minutos y una hora y de verdad que resulta imprescindible hacerlo.

Ya en tierra firme y completamente agotados nos fuimos dando un paseo hasta la entrada del metro y de ahí al hotel, no sin antes comernos un bocadillo de pechuga de pollo rebozado en uno de los muchos puestos de comida que hay en prácticamente todas las estaciones de metro de la ciudad.

DÍA 2

El despertador sonó a las 8 de la mañana, ducha, desayuno y a la 9’30h estábamos en la calle disfrutando del fresco de la mañana de Budapest, (no sé si estábamos a 0 o a 1 grado sobre cero a esa hora). Un pequeño paseo de 15 minutos y de nuevo en la plaza del Parlamento para coger el tranvía que en teoría nos iba a cruzar el río para llevarnos a la zona de Buda. Nos equivocamos y tuvimos que desandar el camino andado para volver de nuevo al Parlamento y de ahí coger la línea 2 del metro que nos dejó en Széll Kalman donde empezamos nuestro recorrido a pie por nuestra cuenta. Primero el imponente edificio del Archivo Nacional de Hungría, después la Torre de Maria Moldogna y seguidamente la Iglesia de San Matías. Esta iglesia si por fuera ya resulta atractiva por dentro resulta espectacular y digna de ser visitada. Muy cerquita se encuentra el Bastión de los Pescadores y el Museo Houdini, (el famoso mago-escapista). Desde allí, callejeando no fuimos hasta el Palacio de Buda, una construcción realmente impresionante. Con todo este recorrido llegamos a la 1 del mediodía y teníamos que llegar hasta la otra punta de la ciudad para ir al restaurante en el que queríamos comer, así que cogimos el funicular que va desde el palacio hasta la orilla del Danubio, cruzamos a pie el Puente de las Cadenas y una vez ya en la parte de Pest cogimos el metro que nos iba a acercar hasta casi la zona de los baños de Szechenyi, (unos baños termales, abiertos durante todo el año y en los que se puede vivir una experiencia única tomando un baño caliente al aire libre mientras está nevando). Pero no era este el motivo de nuestro recorrido sino que era el llegar hasta el restaurante Paprika Vendéglö. Posiblemente unos de los mejores restaurantes de comida típica húngara de la ciudad en el que pudimos probar el goulash, (en este caso de ternera), el queso a la plancha con arroz y salsa de pimienta, el muslo de pavo sobre una base de col y cubierto de foie de ganso, cerveza y vino húngaros y como no, el palinka, una bebida con sabor, (según dicen los húngaros a melocotón o a ciruela), pero con una graduación de 40º. Después de esta copiosa comida decidimos que teníamos que andar un rato y caminando nos fuimos hasta la boca del metro que la teníamos a una media hora, allí tomamos la línea 2 que nos llevó hasta la Avenida Andrássy, (la calle más bonita de Budapest), y de nuevo a pie hasta el Parisi Pasagge Restaurant, una cafetería y restaurante espectacular donde se puede tomar un café, una copa y comer en un ambiente único. Hay otros cafés de este estilo en Budapest, como la cafetería New York, (tal vez la más famosa pero en el que un café cuesta 9.-€ y tienes que hacer colas de hasta 1 hora para poder entrar, y con 0ºC o menos hacer una hora de cola en la calle no es lo más agradable). Un café, una copa y a visitar el ruin pub más famoso de Budapest, el Szimpla Kert, un viejo edificio de dos plantas, convertido en un amplio bar con decoración ecléctica, (un coche en deshuso, una vieja bañera convertida en sofá, una bicicleta colgada de cualquier sitio, puertas, sillas y mesas cada una de un padre y una madre y buena música y mejor ambiente todavía. Allí nos encontramos con Manuel, el guía español con el que contactamos a través de Instagram y que nos hizo prácticamente todo el recorrido de nuestra estancia en Budapest, quién nos recomendó que visitar, cuando, dónde poder ir a comer o a cenar, como movernos por la ciudad y al que le estamos muy muy agradecidos, (@descubre_budapest), así como también a Ángela, (@angela_baojunparaguas), la cual, y a través de Manuel, nos recomendó el free tour y nos dio indicaciones muy valiosas y que agradecemos mucho para hacer nuestra visita más rica y más fácil, aunque a ella no pudimos llegar a conocerla en persona. Un rato de música en este ruin pub, unas copas y de nuevo al metro y al hotel. Todavía nos quedaba el domingo y la vuelta a casa.

DÍA 3

Domingo. De nuevo el despertador a las 8, ducha, desayuno y 15 minutos de paseo al fresco de la mañana hasta llegar al Parlamento de Budapest, donde a las 10 de la mañana teníamos contratada la visita guiada. Sin duda el Parlamento de Budapest puede ser uno de los edificios más bonitos de Europa y desde luego el más conocido de la capital húngara y el más grande. Es, de hecho, el segundo parlamento más grande del mundo por detrás del de Rumnanía. El edificio fue construido entre 1884 y 1902, tiene 268 metros de largo, 123 metros de ancho y su cúpula se eleva hasta los 96 metros, que es la altura máxima a la que un edificio puede llegar en la ciudad, (excepto durante la época comunista que para demostrar que su poder era superior colocaron un gran estrella roja en lo más alto de Parlamento haciendo que superara la altura máxima permitida. Esta estrella todavía se puede ver en el interior del Parlamento). Tiene una fachada simétrica y está construido en estilo Renacimiento Gótico y la cúpula central es de estilo Renacentista. Una vez dentro y habiendo pasado el control de seguridad recorres la escalera principal, llegando hasta la planta noble en el que en el centro y justo debajo de la cúpula se encuentra la vitrina con la Santa Corona de Hungría custodiada por dos guardias que cada pocos minutos caminan alrededor de la vitrina y a los que uno no se puede acercar a menos de 2 metros de distancia. Una vez vista la corona, (prohibido hacer fotografías), pasamos a la Cámara Alta, una sala realmente única. Una vez fuera, recorres los pasillos que dan al Danubio y llegas a una pequeña exposición, (aquí es donde está la estrella comunista), y de ahí a la salida. Y aquí terminaba nuestro fin de semana en Budapest. Realmente nos faltó tal vez un día más para poder visitar muchas cosas que dejamos de ver por falta de tiempo, pero esto nos obliga a volver en un futuro. Vuelta al hotel a por nuestras mochilas, coger de nuevo el metro, después el autobús hasta el aeropuerto y un vuelo de unas tres horas para llegar a casa.

Recomendaciones :

  • Parlamento de Budapest.
  • Café París y Café New York, Café Gerbeaud
  • y Twentysix Budapest.
  • Restaurante Paprika Vendéglö y
  • Restaurante Kisharang Étkezde
  • Szimpla Kert Ruin Pub.
  • Castillo de Vajdanhunyad.
  • Plaza de los Héroes y Baños termales Széchenyi.
  • Plaza de la Libertad y Monumento a las
  • víctimas de la II Guerra Mundial.
  • Basílica de San Esteban, Iglesia de San Matías y
  • Torre de María Magdolna.
  • Castillo de Buda y Bastión de los Pescadores.
  • Paseo nocturno por el Danubio.

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